La terapia racional emotiva conductal

A continuación nos vamos a centrar en la terapia racional emotiva conductual, una forma con algunos rasgos diferenciadores pero que se engloba dentro de la terapia cognitivo-conductual, es decir, se basa en algunos elementos importantes como las consecuencias cognitivas y el comportamiento de cada una de las personas.

La base de la terapia racional emotiva conductual

Todos y cada uno de los sucesos que vivimos en nuestra vida presentan cualidades que irán formando nuestra mentalidad y capacidades, es decir, todos estos eventos son los responsables de crear en nosotros ya sean creencias racionales como creencias irracionales, trastocando de esta forma nuestro modo de ver la realidad.

Es decir, cualquier experiencia que hayamos tenido en el pasado influirá tanto de forma positiva como de forma negativa en nuestro futuro; si las experiencias vividas son positivas y no existen traumas, lo más normal es que tengamos la capacidad de ver la realidad de forma correcta, pero a menudo ocurre que hay cosas de nuestro pasado que por una razón u otra influyen en el presente, y dependiendo de la intensidad o la importancia que se le haya dado, es posible que acaben afectando a nuestra visión de la realidad, creando una imagen trastocada que nos impide encontrar las verdaderas soluciones debido a que el razonamiento se centrará siempre en estos conceptos abstractos por considerarlos reales.

La alteración de las emociones y la terapia racional emotiva conductual

Evidentemente, todos estos elementos acabarán afectando y alterando nuestra percepción de la realidad, lo que significa que nuestras emociones así como nuestro comportamiento se verán modificados, sufriendo también determinadas consecuencias cognitivas.

Por ello, el objetivo de la terapia racional emotiva conductual es conseguir dejar de lado estas creencias que, aunque a nosotros nos parezcan racionales, en realidad se trata de creencias irracionales con el objetivo de asimilar aquellas que son realistas y por ello se adaptan mejor a las circunstancias, nos permiten un pensamiento más limpio y libre y fundamentalmente también nos darán la posibilidad de lograr la eficiencia que estamos buscando. Es decir, a partir de entonces ya estaremos capacitados para utilizar nuestros propios medios con el objetivo de encontrar las soluciones a los problemas que nos vayan surgiendo en el día a día, y dichas soluciones serán las correctas debido a que tendremos una visión de la realidad acertada.

Los beneficios de la terapia racional emotiva conductual

El hecho de actuar directamente sobre nuestro concepto de realidad y el hecho de basarnos en las experiencias pasadas como razonamientos a través de los cuales deriva dicha visión, lo que se consigue es potenciar las cualidades de cada paciente, es decir, se logra esa autonomía a través de la cual el individuo desarrollará su propio potencial para encontrar siempre las soluciones.

Todo esto se traduce en un impacto muy positivo en la vida y experiencias, mejorando su estado emocional, comportamental y cognitivo y dotando a la persona de una independencia que muy posiblemente hasta la fecha no haya sido consciente de que se encontraba en su interior aunque sin desarrollar.