Terapia de aceptación y compromiso

La terapia de aceptación y compromiso (ACT) es una terapia que busca ayudar a personas a aceptar sus experiencias presentes. Se basa en la aceptación de las emociones y pensamientos negativos y el compromiso de realizar acciones que lleven a alcanzar los valores personales.

La ACT tiene aplicaciones para trastornos de ansiedad, depresivos, adictivos y otros problemas psicológicos.

Índice
  1. ¿Qué es la terapia de aceptación y compromiso?
  2. Terapia de aceptación y compromiso: principales conceptos y técnicas
  3. Terapia de aceptación y compromiso: aplicaciones y efectividad
  4. Terapia de aceptación y compromiso: tipos de terapia y tercera generación
  5. Terapia de aceptación y compromiso: pasos para una intervención psicológica efectiva
  6. Terapia de aceptación y compromiso: recursos útiles y ejercicios experienciales

¿Qué es la terapia de aceptación y compromiso?

La terapia de aceptación y compromiso (ACT) se enfoca en ayudar al paciente a aceptar su experiencia presente, permitiéndole vivir de manera más plena y significativa y centrarse en lo que realmente importa para él.

Para lograr esto, la terapia se basa en la aceptación de las emociones y pensamientos negativos y el compromiso de realizar acciones que lleven a alcanzar los valores personales.

Conceptos clave de la terapia: aceptación, valores y compromiso

En la terapia de aceptación y compromiso existen tres elementos clave:

  • Aceptación: se refiere a la capacidad del paciente para observar y permitir que sus pensamientos y emociones negativas ocurran naturalmente sin intentar evitarlas o controlarlas.
  • Valores: son una parte integral de la terapia y se refieren a aquello que es importante para el paciente en su vida.
  • Compromiso: se trata de determinar qué acciones están en línea con los valores personales y comprometerse a tomarlas en el presente y en el futuro para alcanzar los objetivos.

Fundamentos teóricos de la terapia de aceptación y compromiso

La terapia de aceptación y compromiso se basa en el contextualismo funcional y en la teoría de marcos relacionales:

  • Contextualismo funcional: tiene en cuenta el contexto de la experiencia del paciente y promueve la adaptación a los cambios de la vida.
  • Teoría de marcos relacionales: se enfoca en cómo los seres humanos crean significado y experimentan el mundo a través de los marcos conceptuales que hemos desarrollado.

Objetivos de la terapia de aceptación y compromiso

En el momento en que tratamos de resolver un problema emocional a través de la mente lógica, puede que empeoramos la situación y, por esta razón, muchas personas son incapaces de resolver sus problemas emocionales.

Precisamente la terapia de aceptación y compromiso trata el tema de la mente humana, siendo una terapia basada en el marco relacional.

Los objetivos principales de esta terapia son:

  • Reconocer el dolor psicológico como normal.
  • Evitar el crecimiento del dolor emocional (no se puede eliminar).
  • Diferenciar entre dolor emocional y sufrimiento (son dos estados distintos).
  • Prescindir de los sufrimientos como signos de identificación.
  • Aceptar que el dolor es necesario para batir el sufrimiento.
  • Aprender a salir de la mente para entrar en nuestras propias vidas.

En líneas generales, la terapia de aceptación y compromiso se encarga de hacernos cambiar el modo con el que afrontamos las experiencias más personales: para combatir el sufrimiento debemos luchar contra nuestros problemas.

De este modo, podemos afrontar nuestros problemas emocionales con el punto de vista adecuado y nos estaremos enfrentando a las situaciones de otra manera. Al creernos los conceptos que crea nuestra mente, es cuando podemos entrar en un conflicto sin fin. Este aspecto se denomina fusión y es uno de los puntos a tratar.

Así pues, la solución en el momento en que nos fusionamos con nuestra mente no es tratar de eliminar aquellas experiencias que nos causan sufrimiento, ya que no podremos, sino controlar la situación para que podamos vivir con ello y evitaremos a toda costa situaciones de ansiedad y pensamientos de pérdida de control. Se trata de una terapia muy eficiente para personas con tendencia a sufrir ataques de pánico.

El objetivo principal de la terapia de aceptación y compromiso es ayudar al paciente a vivir una vida más plena y significativa a través de la aceptación de sus pensamientos y emociones, la identificación de los valores personales y la toma de acciones comprometidas para alcanzarlos.

La terapia se enfoca en ayudar al paciente a desarrollar la capacidad de aceptar y afrontar las situaciones de forma efectiva, en lugar de tratar de evitarlas, y en encontrar el significado y propósito en su vida.

Qué es la terapia de aceptación y compromiso

Terapia de aceptación y compromiso: principales conceptos y técnicas

La terapia de aceptación y compromiso (ACT) se basa en la aceptación de las emociones y pensamientos negativos y el compromiso de realizar acciones que lleven a alcanzar los valores personales. En esta sección, se abordarán los principales conceptos y técnicas que se utilizan en la terapia.

Conducta de evitación experiencial y defusión cognitiva

La conducta de evitación experiencial hace referencia a aquellas acciones que se llevan a cabo para evitar experimentar emociones y pensamientos negativos.

En ACT se fomenta la aceptación de esas emociones y pensamientos en lugar de evitarlos, ya que la evitación prolongada puede generar un mayor malestar emocional y no solucionar el problema.

Por otro lado, la defusión cognitiva se refiere a la habilidad para separarse de los pensamientos y observarlos de forma objetiva.

En lugar de fusionarse con los pensamientos y creer que son ciertos o que definen una realidad, se aprende a observarlos de forma neutral.

Conciencia plena en la terapia de aceptación y compromiso

La conciencia plena o mindfulness se utiliza en ACT como una herramienta para aceptar y mejorar la experiencia presente. Se trata de prestar atención de forma consciente y no juzgadora al momento actual, sin pensamientos negativos o evaluaciones.

Además, la conciencia plena ayuda a aumentar la conciencia del momento presente y a aceptar los eventos privados.

Esto, combinado con la defusión cognitiva, fomenta el autoconocimiento y la aceptación de uno mismo, lo que puede ser muy beneficioso para la salud mental.

Acciones efectivas guiadas por nuestros valores más profundos

La ACT está basada en los valores personales, los cuales representan aquello que es importante para cada uno de nosotros. En esta técnica, se fomenta la realización de acciones que estén en línea con los valores personales y no necesariamente con el deseo o impulso momentáneo.

De esta forma, se fomenta la realización de acciones significativas que nos acercan a nuestros objetivos y valores más importantes, en lugar de cumplir con normas sociales o impulsos momentáneos.

Terapia de aceptación y compromiso: aplicaciones y efectividad

Terapia de aceptación y compromiso para trastornos de ansiedad

La terapia de aceptación y compromiso (ACT) ha demostrado ser efectiva para tratar trastornos de ansiedad como el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno de ansiedad por separación, el trastorno de ansiedad social y el trastorno de pánico.

El objetivo de la terapia en estos casos es ayudar al paciente a aceptar la presencia de pensamientos y emociones negativas asociados con la ansiedad y comprometerse a realizar acciones en línea con sus valores para lograr una vida más plena y significativa.

La ACT puede ayudar a los pacientes a desarrollar una mayor flexibilidad psicológica y a reducir la conducta de evitación como respuesta a la ansiedad.

Terapia de aceptación y compromiso para trastornos depresivos

Los pacientes que padecen depresión pueden estar experimentando una profunda sensación de falta de valor o significado en sus vidas, lo que puede llevar a una desconexión de sus valores y una falta de dirección en sus acciones diarias.

La terapia se centra en ayudar al paciente a identificar sus valores y comprometerse a realizar acciones en línea con estos valores para construir una vida más satisfactoria.

También se aborda la conducta de evitación y se fomenta la aceptación de las emociones y pensamientos negativos asociados con la depresión.

Terapia de aceptación y compromiso para trastornos adictivos

La ACT también ha mostrado efectividad en el tratamiento de trastornos adictivos como el trastorno por consumo de substancias y el trastorno por juego compulsivo.

La ACT enfatiza la aceptación de las emociones y pensamientos negativos y el compromiso de la realización de acciones que estén en línea con los valores personales.

Los pacientes pueden haber estado experimentando una falta de significado en sus vidas antes de desarrollar adicciones, por lo que la terapia se enfoca en ayudar al paciente a desarrollar una vida más satisfactoria y significativa mediante la identificación de valores y la realización de acciones en línea con estos valores.

También se puede abordar la conducta de evitación y el pensamiento erróneo y rumiante.

Terapia de aceptación y compromiso en otros problemas psicológicos

La terapia de aceptación y compromiso también ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de una amplia gama de otros problemas psicológicos, como trastornos alimentarios, trastornos de personalidad, trastornos sexuales, trastornos del sueño y trastornos de estrés postraumático.

La ACT puede ser especialmente útil para los pacientes que han estado lidiando con estos problemas psicológicos durante mucho tiempo y que han experimentado poco progreso a través de otras formas de tratamiento.

La terapia se enfoca en ayudar a estos pacientes a aceptar las emociones y pensamientos negativos y comprometerse a acciones efectivas en línea con sus valores para lograr los resultados deseados.

Definición de la terapia de aceptación y compromiso

Terapia de aceptación y compromiso: tipos de terapia y tercera generación

Terapia de aceptación y compromiso como una terapia de tercera generación

La terapia de aceptación y compromiso (ACT) se considera una terapia de tercera generación, junto con otras terapias como la terapia cognitivo-conductual basada en la atención plena (MBCT) y la terapia dialéctica conductual (TDC).

La ACT se originó a finales de los años 80 y principios de los 90 y se basa en una filosofía contextualista funcional que se enfoca en el momento presente y en los pensamientos, sentimientos y sensaciones corporales que el individuo experimenta en ese momento.

La propia experiencia del paciente se considera legítima en la ACT y es aceptada sin juzgarla, lo que permite al paciente tomar acción en línea con sus valores personales y vivir una vida más significativa y plena.

Comparativa entre terapias de primera, segunda y tercera generación

Las terapias de primera generación (por ejemplo, la terapia conductual) se enfocaban en la eliminación de síntomas específicos mediante la adquisición de habilidades conductuales específicas.

Las terapias de segunda generación (por ejemplo, la terapia cognitivo-conductual) se enfocaban en la modificación de pensamientos que contribuían a los síntomas.

En contraste, las terapias de tercera generación (por ejemplo, la ACT) se enfocan en la relación que el individuo tiene con sus pensamientos y sentimientos, y en la creación de una vida significativa y plena a pesar de ellos.

Diferencias entre terapia de aceptación y compromiso y la terapia cognitivo-conductual

Aunque tanto la terapia de aceptación y compromiso como la terapia cognitivo-conductual comparten algunos aspectos comunes, como la importancia del compromiso, la diferencia clave radica en la forma en que estas terapias entienden los pensamientos y sentimientos.

Mientras que la terapia cognitivo-conductual busca la modificación de los pensamientos que causan problemas emocionales, la ACT se enfoca en la aceptación de pensamientos y sentimientos negativos. En lugar de luchar contra ellos, se aprende a convivir con ellos sin que limiten la vida del individuo.

Además, la ACT se basa en la conciencia plena para desarrollar habilidades para vivir en el momento presente.

EN RESUMEN...
  • La terapia de aceptación y compromiso (ACT) es una terapia de tercera generación que se enfoca en el momento presente y en la aceptación de pensamientos y sentimientos negativos del individuo.
  • La ACT difiere de la terapia cognitivo-conductual en su enfoque en la aceptación y convivencia con los pensamientos y sentimientos negativos en lugar de intentar modificarlos.
  • La ACT se basa en la conciencia plena para desarrollar habilidades para vivir en el momento presente y tomar acción en línea con los valores personales del individuo.

Terapia de aceptación y compromiso: pasos para una intervención psicológica efectiva

La terapia de aceptación y compromiso (ACT) se compone de tres fases: clarificación de valores y aceptación de eventos privados, defusión cognitiva y compromiso para tomar acciones efectivas, y creación de una vida rica y significativa con valores personales.

Primera fase: clarificación de valores y aceptación de eventos privados

La primera fase de la terapia de ACT consiste en clarificar los valores personales del paciente y en aceptar los eventos privados, es decir, las emociones y pensamientos negativos que puedan surgir.

En esta fase, el terapeuta ayuda al paciente a identificar y priorizar sus valores más profundos, lo cual le permitirá tomar decisiones y acciones que estén en línea con ellos.

A través de ejercicios y preguntas, el terapeuta ayuda al paciente a aceptar la presencia de pensamientos y emociones desagradables sin luchar contra ellas.

Segunda fase: defusión cognitiva y compromiso para tomar acciones efectivas

La segunda fase de la terapia de ACT se enfoca en la defusión cognitiva y el compromiso para tomar acciones efectivas.

La defusión cognitiva se refiere al proceso de separarse o distanciarse de los pensamientos y emociones, y verlos objetivamente para no ser dominado por ellos.

El terapeuta ayuda al paciente a aprender técnicas de defusión cognitiva para poder tener una mayor perspectiva de sus emociones y pensamientos negativos, y para que estos no lo dominen.

Después, el paciente se compromete a tomar acciones efectivas que estén en línea con sus valores personales.

Tercera fase: creación de una vida rica y significativa con valores personales

La tercera fase de la terapia de ACT se enfoca en la creación de una vida rica y significativa con valores personales.

En esta fase, el terapeuta ayuda al paciente a visualizar lo que sería para él una vida rica y significativa, tomando en cuenta sus valores personales. A través de ejercicios, se identifican las acciones que pueden realizarse para avanzar hacia esa meta.

El terapeuta apoya al paciente para que tome acciones alineadas con sus valores, y celebrar los logros alcanzados.

Terapia de aceptación y compromiso: recursos útiles y ejercicios experienciales

En esta sección se presentan algunos recursos y ejercicios útiles para aplicar la terapia de aceptación y compromiso.

Ejercicios para la aceptación de pensamientos y sentimientos

La aceptación de los pensamientos y sentimientos negativos es un proceso importante en la terapia ACT. Estos ejercicios ayudan a los pacientes a comprender y aceptar sus pensamientos y sentimientos para no dejarse llevar por ellos.

  • Identifica tus pensamientos y sentimientos negativos: la primera parte del proceso es reconocer los pensamientos y emociones negativas. Anota en un diario qué pensamientos y sentimientos tienes y cuándo se producen.
  • Observa tus pensamientos y sentimientos: una vez que hayas identificado tus pensamientos y sentimientos, obsérvalos sin juzgarlos. Pregúntate si son verdaderos o se trata solo de pensamientos.
  • Practica la aceptación: aprende a aceptar tus pensamientos y sentimientos en lugar de luchar contra ellos. Aprender a aceptarlos es un paso importante para vivir de manera plena.

Ejercicios para la defusión cognitiva

La defusión cognitiva es otro concepto importante en la terapia ACT. Se trata de aprender a separar el pensamiento de la realidad y observarlos con un poco de distancia.

  • Identificación de pensamientos peligrosos: los pensamientos peligrosos son aquellos que nos provocan ansiedad, estrés, miedo o tristeza. La identificación de estos pensamientos es el primer paso para realizar ejercicios de defusión cognitiva.
  • Reconocimiento de la función de los pensamientos peligrosos: al reconocer que nuestros pensamientos peligrosos no siempre son ciertos ni reflejan la realidad, podemos aprender a observarlos sin asociarlos directamente con nosotros o con la realidad.
  • Cambio de perspectiva: otro de los ejercicios de defusión cognitiva más efectivos es aprender a dar la vuelta a nuestros pensamientos peligrosos. Por ejemplo, si tenemos un pensamiento peligroso que dice que no seremos capaces de hacer algo, podemos intentar darle la vuelta y pensar en lo contrario.

Ejercicios para la creación de acciones efectivas guidas por nuestros valores más profundos

Uno de los principales objetivos de la terapia ACT es que los pacientes pongan en práctica acciones que les lleven a vivir de forma plena de acuerdo a sus valores más profundos. En esta sección se presentan algunos ejercicios que ayudan a conseguirlo:

  • Identificar los valores más importantes: el primer paso para poner en práctica acciones guiadas por nuestros valores más profundos es identificar cuáles son. Haz una lista de tus valores más importantes.
  • Diseñar acciones basadas en tus valores: el siguiente paso es diseñar acciones que estén alineadas con tus valores. Por ejemplo, si uno de tus valores es la amistad, podrías diseñar una acción para llamar a un amigo con el que no hablas desde hace mucho tiempo.
  • Comprométete a llevar a cabo las acciones: una vez que has diseñado las acciones que están en línea con tus valores, es importante comprometerse a llevarlas a cabo. Haz un plan y ponte en marcha.

En la terapia de aceptación y compromiso, estos ejercicios y recursos se utilizan para que los pacientes comprendan la importancia de aceptar los pensamientos y sentimientos negativos, separar los pensamientos de la realidad y llevar a cabo acciones que estén alineadas con los valores más importantes.

Aunque estos ejercicios pueden resultar difíciles al principio, la paciencia y la constancia son fundamentales para aplicar la terapia y conseguir el éxito en la mejora de la calidad de vida.

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