La terapia cognitivo conductal

Hoy vamos a hablar de la terapia cognitivo conductal, una terapia basada en el principio de que al igual que tenemos la posibilidad de aprender comportamientos inadaptados, tenemos la posibilidad de desandar el camino y aprender comportamientos adaptados o desaprender los comportamientos inadaptados.

La terapia cognitivo conductal

Qué es la terapia cognitivo conductal

La terapia cognitivo conductal parte de la idea de que tanto los pensamientos como las actitudes y los hábitos proceden de las experiencias que hemos ido viviendo a lo largo de nuestra vida, es decir, son respuestas en base a dichas experiencias, razón por la cual tenemos la posibilidad de realizar el cambio que consideremos más oportuno en cada caso.

En este sentido, nuestro objetivo será el de aprender nuevas formas tanto de sentir como de pensar y de actuar, las cuales serán más constructivas tanto para nosotros como para todas aquellas personas que nos rodean.

El objetivo del terapeuta

Por ello, el principal objetivo del terapeuta es darnos a conocer dichas alternativas, y para ello es necesario aprender a tomar conciencia acerca de nuestros pensamientos y creencias, reemplazándolos por ideas más realistas.

Cuando los pensamientos están mal adaptados o son erróneos, esto causa un comportamiento inadaptado que nos puede perjudicar debido a que es contraproducente en nuestro día a día. Por ello, nuestro objetivo será el de conseguir superar nuestras dificultades y para ello tenemos que hacer frente a un tratamiento que está totalmente enfocado a nuestros patrones de pensamiento, logrando de esta forma modificar nuestro comportamiento y equilibrar nuestro estado emocional.

El proceso de la terapia cognitivo conductal

Desde el primer momento en la terapia cognitivo conductal, el terapeuta procederá a explorar todas las relaciones existentes entre nuestros pensamientos y emociones que se producen previamente a las conductas.

Es a través de estas relaciones donde se puede conocer e identificar así como modificar los patrones de pensamiento que puedan ser considerados como negativos y autodestructivos, de forma que se cree una adaptación aumentando así la capacidad de administración por parte del paciente frente al mundo.

Algunas de las enfermedades tratadas por la terapia cognitivo conductal

La terapia cognitivo conductal hacer frente a un amplio abanico tanto de enfermedades mentales como de condiciones como puede ser el caso de la ira, la ansiedad, la agorafobia, los ataques de pánico, la dentofobia (que es el miedo irracional acudir al dentista), la ansiedad geriátrica, el trastorno generalizado de ansiedad, los ataques de pánico que incluyen agorafobia, el trastorno obsesivo-compulsivo, la ansiedad social, la fobia social, el estrés postraumático, el trastorno bipolar, el trastorno de personalidad limítrofe (también conocido como borderline), el trastorno de déficit de atención y el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (conocidos como TDA y TDAH), la bulimia, la anorexia, el trastorno disociativo, el trastorno por atracón, la ludopatía, el trastorno afectivo estacional, la esquizofrenia, la somatización, el abuso de cocaína, abuso de alcohol, consumo de tabaco (centrándose en la abstinencia), el duelo, estrés, tentativas de suicidio, baja autoestima, separaciones y divorcios, dificultades en las relaciones, depresiones, enuresis, encopresis, ansiedad por la separación, insomnio, disfunción eréctil, dolores por cáncer, asma, infertilidad, migraña, colitis, desórdenes del sueño, fibromialgia y en general un amplio abanico de desórdenes relacionados con condiciones médicas.

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